miércoles, 19 de octubre de 2016

Saludo a los Argentinos


¡Deteneos!  Valientes soldados,
descendientes de ilustres abuelos,
que ha, cien años, pisaron el polvo
de este mismo patriótico suelo.

¿Deteneos! Cantemos un himno
de loor a esas cumbres andinas,
que acabais de cruzar atrevidos,
nobles hijos de tierra argentina.

Gloria a tí, monumento gigante,
cordillera que te alzas audaz,
que a través de dos siglos miraste
dos legiones de bravos pasar.

Una ayer, cuando Chile oprimido,
a los cielos clamaba venganza,
tú los viste pasar aguerridos
y en tus cumbres brillaron sus lanzas.

Sí, tú viste al genio guerrero,
al ilustre José San Martín,
con sus huestes cruzar tus senderos,
presuroso acudiendo a la lid.

Aquí mismo, este suelo bendito,
albergó aquel puñado de grandes,
aquí mismo lanzaron sus gritos
y a sus ecos tronaron los Andes.

Aquí estaban los nobles ancianos,
de esos tiempos, orgullo y honor,
el que fué José Antonio Serrano,
los Sarmiento, Salinas, Muñoz.

Aquí mismo, en abrazo fraterno,
se estrecharon dos pueblos hermanos,
los chilenos altivos y fieros,
con los nobles y bravos cuyanos.

Y al combate, así unidos marcharon,
esos hombres patriotas y fuertes
y allí en Coimas, al godo lanzaron
el primer cañonazo de muerte.

Y fué Coimas, presagio de gloria,
pues la sangre que allí derramaron,
germinó en laurel de victoria,
que en la cuesta famosa alcanzaron.

¡Chacabuco, es el nombre glorioso,
Chacabuco es el nombre de aquella,
inmortal y sangrienta epopeya,
que a este pueblo le dió libertad.

Sin espadas ni lanzas guerreras,
hoy vosotros bajasteis también.
¡Juventud generosa y sincera,
tú eres prenda de paz y de fé!

Ya no existe la antigua cadena,
hoy la América es libre y feliz,
¡Juventud argentina y chilena,
hoy la Patria no os llama a la lid!

Como ayer os miramos hermanos,
abrazados a un mismo pendón,
proclamando a la América libre,
defiendo su vida y su honor.

Somos nietos de aquellos valientes,
herederos de todas sus glorias,
que después de cien años, hoy día,
recordamos sus grandes historias.

Como heraldos de paz os amamos,
nobles hijos de tierra argentina,
hoy unidos las glorias cantamos
de la América Hispano Latina.

Alejandrina Carvajal Aspée

Este poema fue declamado en la Gobernacion
de Putaendo, el 10 de febrero de 1917,
como un saludo a la delegación argentina
en el  Centenario del paso por Los Patos,
del Ejército Libertador.