¡Deteneos! Valientes soldados,
descendientes de ilustres abuelos,
que ha, cien años, pisaron el polvo
de este mismo patriótico suelo.
¿Deteneos! Cantemos un himno
de loor a esas cumbres andinas,
que acabais de cruzar atrevidos,
nobles hijos de tierra argentina.
Gloria a tí, monumento gigante,
cordillera que te alzas audaz,
que a través de dos siglos miraste
dos legiones de bravos pasar.
Una ayer, cuando Chile oprimido,
a los cielos clamaba venganza,
tú los viste pasar aguerridos
y en tus cumbres brillaron sus lanzas.
Sí, tú viste al genio guerrero,
al ilustre José San Martín,
con sus huestes cruzar tus senderos,
presuroso acudiendo a la lid.
Aquí mismo, este suelo bendito,
albergó aquel puñado de grandes,
aquí mismo lanzaron sus gritos
y a sus ecos tronaron los Andes.
Aquí estaban los nobles ancianos,
de esos tiempos, orgullo y honor,
el que fué José Antonio Serrano,
los Sarmiento, Salinas, Muñoz.
Aquí mismo, en abrazo fraterno,
se estrecharon dos pueblos hermanos,
los chilenos altivos y fieros,
con los nobles y bravos cuyanos.
Y al combate, así unidos marcharon,
esos hombres patriotas y fuertes
y allí en Coimas, al godo lanzaron
el primer cañonazo de muerte.
Y fué Coimas, presagio de gloria,
pues la sangre que allí derramaron,
germinó en laurel de victoria,
que en la cuesta famosa alcanzaron.
¡Chacabuco, es el nombre glorioso,
Chacabuco es el nombre de aquella,
inmortal y sangrienta epopeya,
que a este pueblo le dió libertad.
Sin espadas ni lanzas guerreras,
hoy vosotros bajasteis también.
¡Juventud generosa y sincera,
tú eres prenda de paz y de fé!
Ya no existe la antigua cadena,
hoy la América es libre y feliz,
¡Juventud argentina y chilena,
hoy la Patria no os llama a la lid!
Como ayer os miramos hermanos,
abrazados a un mismo pendón,
proclamando a la América libre,
defiendo su vida y su honor.
Somos nietos de aquellos valientes,
herederos de todas sus glorias,
que después de cien años, hoy día,
recordamos sus grandes historias.
Como heraldos de paz os amamos,
nobles hijos de tierra argentina,
hoy unidos las glorias cantamos
de la América Hispano Latina.
Alejandrina Carvajal Aspée
Este poema fue declamado en la Gobernacion
de Putaendo, el 10 de febrero de 1917,
como un saludo a la delegación argentina
en el Centenario del paso por Los Patos,
del Ejército Libertador.
Triste es entender que las juventudes de nuestro país, ya no creen en Héroes, ya nadie te hablas de Carreras o Prat, quizá esa falta de simbolos, es lo que los hace andar perdidos en el mundo. Solo algunos sobreviven...
ResponderEliminarYo siento que cada uno de ellos nos dejo algo... y viví con esos ejemplos hasta hoy... y lamento que se quiera construir hoy un chile mejor sin a nadie que seguir.
Hola amigo, gracias por tus palabras llenas de tanta nobleza.
EliminarUn abrazo.
Todos somos soldados, unos mas que otros. Los regimientos se pierden en la historia, ya no hay soldados, y eso es bueno...
ResponderEliminarEs un gran tema para profundizar y aprender de ello.
EliminarSaludos para ti amigo.
Paty querida, preciosa conmemoración a un héroe nuestro, viva Chile y Argentina,
ResponderEliminarAbrazos y besos mi querida amiga
Hola Liz, gracias amiga por visitar este blog dedicado a mi tía abuela. Vivan nuestros países hermanos! ... un beso y abrazo.
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